Mucho se habla de ellas. Se dice que son las “nuevas habilidades duras”. No se enseñan en los sistemas tradicionales de educación, sin embargo son las más demandadas por las empresas.
El diccionario inglés Collins define habilidades blandas como «las cualidades, deseables para ciertos trabajos e independientes del conocimiento adquirido, como el sentido común, el manejo de personas y una flexible actitud positiva.»
Parece ser un tema de actitud.
El valor del conocimiento tiende a cero, en la medida en que el acceso a esos conocimientos es cada vez más masivo, accequible y multimedial. Antes de internet, manejar información o algún dato duro, era considerado como algo sobresaliente. Esa información y esos datos, hoy están en el celular de cualquiera. Entonces, ¿cómo o qué puede diferenciar a un profesional de otro para un cargo?; ¿qué cosas le importan hoy a las organizaciones?. Así es: la actitud, la capacidad de liderar, de encantar, de motivar a otros, de negociar, de conectarse emocionalmente, la flexibilidad, la adaptación al cambio, la creatividad, el pensamiento crítico y una gigante lista de etcéteras.
¿Qué pasa si una persona no las tiene desarrolladas? ¿Se pueden entrenar?
¿Las personas nacen con estas habilidades o se van entrenando en el camino?
Como todo proceso de trabajo personal y grupal, este requiere de voluntad, tiempo y esfuerzo. No es fácil, ni de un día para otro. Pero se puede.
Existen distintas formas de abordarlo, pero probablemente la mejor sea una combinación de trabajo personal y de equipo de forma simultánea. Lo experiencial resulta ser clave en esto. La teoría aquí sirve poco y la mejor forma de avanzar, es poniendo en práctica lo que se va aprendiendo.
Como en todo: para algunos resultará más fácil y natural. Otros deberán desafiarse más intensamente para lograrlo.
Las Más Requeridas
Según la lista de habilidades blandas publicada por la Universidad de Kentucky Oriental, las más requeridas por el mercado para ejecutivos son:
- Comunicación: capacidad de expresarse claramente hablando y escribiendo. Capacidad de escucha activa. Hacer presentaciones en público.
- Cortesía: buenos modales, etiqueta, respeto, decir «por favor» y «gracias».
- Flexibilidad: adaptabilidad, disposición al cambio y a la formación continua, aceptación de lo nuevo.
- Integridad: sinceridad, moralidad, valores personales, honradez.
- Habilidades interpersonales: agradable, con sentido del humor, amistoso, hospitalario, empático, con autocontrol, paciencia, sociabilidad, calidez, habilidades sociales.
- Actitud positiva: optimista, entusiasta, anima a sus compañeros, feliz, seguro.
- Profesionalismo: bien vestido, buen aspecto, compostura.
- Responsabilidad: responsable, fiable, termina el trabajo, quiere hacerlo bien, es consciente, tiene recursos, autodisciplina y sentido común.
- Trabajo en equipo: coopera, se lleva bien con otros, es agradable, anima, ayuda a quien lo necesita.
- Actitud hacia el trabajo: trabaja duro, está disponible, es leal, puntual, tiene iniciativa, dedicación y motivación.